martes, 18 de mayo de 2010

Diseño curricular: Aspectos a tener en cuenta a la hora de planificar y plantear situaciones de juego
Al seleccionar contenidos, es necesario establecer claramente aquello que nos proponemos enseñar, es decir, en dónde estará puesta la intencionalidad de las intervenciones docentes. Estas intervenciones son indispensables para provocar conflictos cognitivos que propicien la construcción de nuevos conocimientos en relación con el conocimiento previo de los alumnos.
Para que las actividades resulten estimulantes para los niños, al mismo tiempo que promuevan la construcción de nuevos conocimientos, necesitarán asentarse en una situación problemática que implique un desafio posible de resolver solos o en interrelación con otros. Por otra parte, se necesitan varias actividades con una misma pregunta o problema como eje para que se pueda producir la apropiación del contenido que se pretende enseñar y para promover su complejización. Esta correlación entre un contenido y un conjunto de actividades ordenadas y correlativas se denomina secuencia didáctica.
La secuencia debe provocar problematizaciones con mayor grado de complejidad, razón por la cual es uno de los modos de abordar los contenidos en las primeras secciones.
No necesariamente todo aquello que se planifica tiene que estar referido a la unidad didáctica o proyecto, los espacios curriculares también pueden abordarse sin tener que ver con el recorte contextual realizado. Se pueden planificar momentos por fuera de la unidad que consideren contenidos que se abordan a lo largo del año o en un momento del mismo, integrándolos o planificándolos de modo diferenciado.
No es durante todo el día que se trabaja la unidad o proyecto, sino que hay otros momentos dedicados a diferentes espacios o núcleos de aprendizaje, como distintas propuestas de juegos, plástica o música, por ejemplo, que se realizan al mismo tiempo y que pueden ser planificados mediante el cronograma semanal o en apartados que den cuenta de la real construcción de la planificación como herramienta del trabajo docente.
Por otra parte es necesario que consideremos al juego, en un espacio como el Jardín, aun en un juego espontáneo de los niños, siempre está en el marco de una intención educativa,
Para el docente es importante considerar las distintas dimensiones del juego, en tanto es:
- Derecho de los niños.
- Rasgo singular de la infancia.
- Espacio de construcción de conocimiento.
- Fenómeno cultural y social.
- Espacio ligado al placer, la libertad y la creatividad
En este sentido, es necesario superar algunas posiciones en las que el juego es entendido como un espacio libre en el que su único valor radica en el "jugar por jugar ", o en el que el juego es entendido como valioso en tanto se propone "enseñar contenidos" de las disciplinas.
Consideramos que ambas posiciones tienen valor y significatividad para la educación en el Nivel Inicial y que el docente tiene un lugar de responsabilidad y garante del derecho del niño a jugar; por lo cual se espera que elabore propuestas pedagógicas que integren ambas perspectivas, ya que en la vida de los niños no se dan por separado y es en la experiencia escolar donde dichas posiciones se han dicotomizado.
De este modo, el desafío es que los contenidos que hay que enseñar puedan ser incorporados al juego, en la medida que el recorte temático lo permita, sin que esto signifique perder sus aspectos esenciales: placer, diversión, libertad, creatividad, iniciativa, fantasía e imaginación, que son necesarios incluir en la enseñanza como parte constitutiva del conocimiento que se intenta construir o transmitir.
Es fundamental favorecer instancias cotidianas de juego que se vinculen con el conocimiento, el aprendizaje y el placer para que los niños puedan enriquecer, profundizar y complejizar su capacidad de juego, conocimiento, creación e invención.
También es importante ofrecer experiencias variadas de juego simbólico a través de la modificación de los espacios habituales, de materiales desestructurados y de consignas abiertas que den lugar al juego, de manera tal que permitan al niño desplegar sus posibilidades lúdicas, explorar roles e incorporar nuevos conocimientos a través de la creación de diversos escenarios y contextos.
- Ofrecer experiencias variadas de juegos corporales, de construcción, de mesa , etc. que permitan al niño complejizar y enriquecer sus conocimientos a través de un clima colaborativo de trabajo.
- Propiciar la vinculación del juego simbólico, de construcciones, corporales, etc. Con todas las áreas del conocimiento.
- Ofrecer oportunidades de juego individual, grupal, exploratorio, dramático, espontáneo y dirigido, teniendo en cuenta su pertinencia en función de los objetivos a lograr.
- Generar espacios de juego con los niños y las familias considerando sus propias posibilidades lúdicas y las tradiciones culturales de la comunidad.
- Promover la transmisión de los juegos tradicionales y los juegos particulares de cada cultura y contexto aprovechando la diversidad de experiencias de las familias de los niños que concurren al jardín.
Criterios para organizar las propuestas de Juego
• Trabajar con consignas abiertas que promuevan que el niño resuelva situaciones variadas de juego individual y grupal.
• Considerar la importancia de la inclusión del docente y de sus diferentes modos de intervención en los distintos tipos de juego.
• Garantizar que los niños tengan acceso a los materiales de juego para que esto les permita establecer relaciones y vinculaciones propias y creativas, individuales y grupales.
• Conocer las necesidades, intereses y experiencias de juego de los niños para a partir de ellas, incorporar recortes temáticos, escenarios, situaciones e información que faciliten el enriquecimiento de su experiencia lúdica y sean un aporte al conocimiento que traen.
Más allá de que las orientaciones didácticas retoman distintos tipos de juego, nos parece importante destacar la necesidad de promover, estimular y garantizar propuestas de juego en las que el juego simbólico o dramático pueda desplegarse, enriquecerse y complejizarse, ya que es el juego que permite que los niños recreen un fragmento de la realidad y le prestan un significado particular, dando lugar a la simbolización y a la creatividad.
Intervenciones durante el desarrollo de un jueqo :
El docente juega, sugiere, pregunta, propone temas contextualizados o modos de juego, con la intención de:
- Habilitar el juego
- Orientar el desarrollo del juego hacia un proceso formativo integral. Organizar la actividad respetando la lógica de los niños.
- Favorecer la anticipación de los alumnos (cómo jugar, cómo se organizan, con qué elementos y desde qué roles)
- Promover un clima en el que se facilita la expresión, la combinación de materiales, el desplazamiento libre por el espacio, la iniciativa y la propuesta. Organizar situaciones que conduzcan a la apropiación de contenidos para ampliarlos y complejizarlos,
- Proporcionar materiales, disponiéndolos al alcance de los niños
- Dinamizar roles estereotipados.
-Favorecer la resolución de conflictos.
-Marcar pautas, límites, reglas, tiempos y espacios. Retomando la propuesta de Daniel Calmels, podemos decir que en relación con el encuadre y reglas del juego, será siempre necesario explicitar que está permitido jugar a todo y usar todo lo que está disponible, siempre que no se lastimen ni lastimen a otros, no jueguen si no tiene ganas y avisen si se van del juego.
Es fundamental tener en cuenta todas las posibilidades de intervención presentadas anteriormente; pero también saber, que si bien es necesario siempre intervenir explicitando el encuadre y a través de la observación, no siempre es necesario intervenir con la palabra y con consignas durante el juego, ya que el exceso de intervención puede provocar la ruptura del clima de juego, por eso se sugiere utilizar intervenciones sutiles, que acompañen al proceso de juego que se está desarrollando y que faciliten su despliegue lúdico.
Algunos de los modos de intervención son:
-A través de disparadores lúdicos: una frase motivadora que da lugar a... ,Creando escenarios y espacios lúdicos: preparación de escenarios dentro o fuera de la sala vinculados con escenas de la vida cotidiana, espacios nuevos o lejanos para los chicos o espacios o escenarios fantásticos
- Variando materiales de los que se dispone
-Proponiendo recortes temáticos y materiales diversos, vinculados con los temas de interés de los niños o con otros temas de interés social cultural que formen parte de las experiencias que se quieren desarrollar y los temas que se ha decidido enseñar.
-Jugando y asumiendo alguno de los roles que aparecen en el juego, cuidando siempre de dejar el protagonismo a los niños.
La evaluación de la propuesta de juego como intervención.
No es posible emitir juicios de valor sobre los productos del juego o sobre la forma de jugar ya que la única finalidad del juego para los niños es jugar.
Podemos sí, tener en cuenta una serie de criterios que permiten vincular la propuesta de juego ofrecida por el docente con la posibilidad de la misma en relación con:
- El desarrollo de la creatividad, y la imaginación.
- La integración al grupo de pares.
- La asunción de roles y variación de los mismos.
- La variación en la elección de juegos.
- La aceptación y construcción de normas, pautas y limites.
- La posibilidad de resolución y elaboración de conflictos.
- El interés por el conocimiento del mundo social. La expresión de necesidades, sentimientos y emociones.
- La actitud solidaria y posibilidad para pedir ayuda. .
Este análisis permitirá volver sobre las propuestas que se ofrecen, modificarlas y/o enriquecerlas para asegurar que los criterios anteriores se puedan desplegar.

Ejes para la intervención docente respecto del juego
El Espacio: Es fundamental tener en cuenta la importancia del espacio como incentivador de la acción, por lo que será necesario tener en cuenta que:
- La organización de la sala debe facilitar la desestructuración, reestructuración del espacio y el libre desplazamiento en función de los juegos que se quieran desarrollar. En este sentido, es importante que la disposición de los muebles en las salas no sectoricen rígidamente los distintos espacios de juego para favorecer el intercambio y la posibilidad de conexión entre los materiales y los juegos.
- El juego puede realizarse en la sala, el patio, el salón de usos múltiples y otros lugares disponibles en la institución y que se pueden incluir o no los muebles de la sala.
- La presentación por parte del docente de un espacio lúdico y diferente al habitual puede dar lugar a nuevas experiencias de juego.
El Tiempo: El docente interviene administrándolo y organizándolo y, en función de esto considera cuándo y cuánto jugar, teniendo en cuenta sus propósitos y el interés del grupo.
El juego no puede plantearse como una actividad de relleno, en tanto necesita de un tiempo de organización y "caos" para luego llegar el tiempo de desarrollo y luego de cierre. El tiempo de cierre requiere que no haya un corte abrupto, ni se prolongue cuando se observa que está decayendo. Deberán considerarse los tiempos del grupo, los tiempos del juego y los tiempos institucionales, es por ello que este elemento es constitutivo del juego y debe ser debidamente planificado, teniendo en cuenta que los niños necesitan tiempo y que, jugar una sola vez un juego no facilita la apropiación de los conocimientos y el aprendizaje que se pretende estimular.
Las Consignas: El docente interviene en primera instancia a través de la consigna en la que se incluye un disparador, se propone el tiempo de jugar, y la forma de jugar. Será necesario pensar y organizar la consigna para que efectivamente sea promotora del juego, generando en el niño curiosidad, abriendo interrogantes y produciendo desequilibrios a través de secuencias de juego que se vayan encadenando y en las que el niño vaya de un juego organizado por el docente a un juego cada vez más autónomo.
El Clima: Será necesario garantizar un clima cordial, seguro y afectivo en el que se favorezca el vínculo y la exploración. Se promoverá que se juegue con verdadera libertad y también se promoverá la apropiación de contenidos. El docente al organizar el juego habilitará un clima particular que promueva las ganas de jugar y la posibilidad de aprender jugando, atendiendo a las necesidades e intereses de los niños.
Es muy importante tener en cuenta que el clima que se genera favorece o entorpece el desarrollo lúdico y educativo del juego.

1 comentario:

María Eugenia Bossio dijo...

Me parece bueno destacar de todo ésto, cuales son las dimensiones del juego y cual es el papel del docente frente al mismo.